SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS, VIRGEN

Su ficha
         He aquí las fechas principales de esta florecilla del Carmelo, que apenas tuvo tiempo de abrir al mundo su corola, pero exhaló una fragancia exquisita como el mejor olor de Cristo, que predicaba San Pablo (2 Cor 2,15)
1873.2.1: nace en Alencón-Francia siendo la última de nueve hermanos.Santa Teresa del Niño Jesús
1877.28.8: muere Celia, la bondadosa madre de Teresita.
1879: primera confesión de Teresita
1883.13.5: la sonrisa milagrosa con que la cura la Virgen María.
1884.8.5: primera comunión
1884.14.6: recibe el sacramento de la Confirmación
1887.20.11: entrevista de Teresita con S. S. León XIII pidiéndole su ingreso en el Carmelo.
1888.9.4: ingresa Teresita en el Carmelo de Lisieux
1889.10.1: viste el hábito carmelitano
1890.8.9: profesión religiosa
1893.20.2: es nombrada ayudante de la Madre Gonzaga para formar a las novicias.
1894.27.9: muere su padre
1895: enero: empieza a escribir la Historia de un alma.
1896: enero: termina de escribir la Historia de un alma.
1897.30.7: recibe la Extremaunción
1897.19.8: última comunión
1897.30.9: a las siete y veinte minutos de la tarde da su último suspiro, que era un éxtasis de amor.
1923: es beatificada por S. S. Pío XI
1925: es canonizada por el mismo pontífice
1927: Pío XI la declara Patrona Universal de las misiones católicas
1997.19.10: Juan Pablo II la declara Doctora de la Iglesia

Su vida
         Luís José Estanislao Martín y María Celia Guerin la noche del 2 al 3 de enero de 1873 tenían la alegría de recibir del Señor el noveno y último de sus hijos. Le bautizaron el día 4 con los nombres de María Francisca Teresa. Viven en Alencón-Orne (Francia). Es nuestra Teresita.
         Es sensible, sumamente avispada. Aprende enseguida a rezar y a los dos años ya toma la resolución de hacerse monja. A los tres años ya procura “no rehusar nada al buen Dios”. El 28 de agosto de 1877 siente un profundo dolor por la muerte de su madre. Teresa escoge como madrecita a su hermana Paulina. En noviembre de 1877 el Sr. Martín con sus cinco hijas –los otros hermanitos murieron muy pronto- se traslada a vivir a Les Buissonets (Lisieux). Sus hermanitas se llaman: María, Paulina, Leonia y Celina.
         El 25 de marzo de 1883 Teresa enferma gravemente, hasta el domingo 13 de mayo, en que la sonrisa de la Virgen la cura milagrosamente. El 8 de mayo de 1884 su primera comunión constituye una fusión con Jesús, al cual le pide “que le quite su libertad”. La noche de Navidad de 1886, durante la comunión en la misa de medianoche, Jesús realiza en un instante la conversión total que en diez años de esfuerzo no había podio conseguir.
         El 29 de mayo de 1887, fiesta de Pentecostés, su padre le da permiso para entrar en el Carmelo a sus quince años. Ya se sabe de memoria la Imitación de Cristo. El 4 de noviembre de aquel año, en compañía de su padre y de Celina, parte para Roma y el día 20 se postra ante el papa León XIII suplicándole su permiso para entrar en el Carmelo.
         El 9 de abril de 1888 ingresa en el Carmelo. No le faltan espinillas pero también muchas alegrías. El 8 de septiembre, Natividad de María, de 1890, llena de gozo, emite sus votos religiosos. En enero de 1895 hasta su muerte fueron 27 meses de un terrible martirio. Llegará a decir al final de sus días Teresa, “que nunca pensó que fuera capaz de sufrir tanto como sufrió”. También tuvo durante este tiempo profundos y abundantes gozos espirituales.
         A las noches de las nadas” y a los dolores que le ocasionaban los hermanos pecadores, se unía el océano de gracias y los tiempos pascuales. La enfermedad continuaba minando su cuerpo. Del 6 de abril de 1897 al 30 de septiembre, Madre Inés fue recogiendo su “Novissima Verba”, sus últimas conversaciones, que son todo un tesoro.
         El 30 de septiembre, poco antes de morir “sin el menor consuelo”, exclamó: “No me arrepiento de haberme abandonado al Amor, muy al contrario”. A las siete de la tarde miró al crucifijo: “¡Dios mío, os amo!”, y después de un éxtasis que duró el espacio de un credo, expiró. El 17 de mayo de 1925 el papa Pío XI la canonizó. Su fiesta es el 1 de octubre.

Sus obras
         Fue corta su existencia y por lo mismo no pudo ser demasiado fecunda su producción literaria. En 1898 se publican sus escritos en Historia de un alma. Hasta 1956 no hemos tenido una edición auténticas de las obras de Teresa de Lisieux. El P. Francisco de Santa María fue el editor de los Manuscritos autobiográficos en el citado año, subsanando definitivamente el interpolado texto de Historia de un alma. Estos Manuscritos comprenden:
         -Historia juvenil de una florecilla blanca, dirigida a la M. Inés, escrita desde enero de 1895 a enero de 1896. Este manuscrito rebosa del amor que informa toda la vida de Teresa: “Este amor misericordioso me renueva, me purifica y no me deja huella de pecado”.
         -Carta a su hermana Sor María del Sagrado Corazón: escrita entre el 13 y el 16 de septiembre de 1896. Habla del Caminito. Teresa enseña que el cuerpo místico de Cristo tiene un corazón rebosante de amor y que este lo es todo: “En el corazón de la Iglesia yo seré el amor”.
         -Continuación de su historia juvenil: dedicado a M. Gonzaga. Escrito del 3 de junio al 13 de julio de 1897. Trata de su aspiración ideal ala santidad, que se cifra en permanecer pequeñita y alegrarse de esta pequeñez, que permite a Dios cumplir en ella la obra de su misericordia santificante y se afianza en al caridad fraterna que abraza a todo el mundo.
         -Cartas: en 1948 Andrés Combes publicó 238
         -Poesías. Novissima Verba. Consejos y Recuerdos…

Su espiritualidad
         No es fácil sintetizar su doctrina o espiritualidad. Lo hacemos en estos cuatro puntos:
         *Vocación al amor: toda la vida de Santa Teresa del Niño Jesús fue, según su propia expresión, “un cántico al amor” y efectivamente el amor ocupó en su vida un lugar enteramente central. Decía que quería amar a Jesús “como jamás había sido amado”, que no conocía otro camino para llegar a la perfección que el amor. Que en la vida espiritual solo pesa y cuenta el amor.
         *La infancia espiritual: encantadora es toda su doctrina de la infancia espiritual. Ella descubrió al mundo los tesoros de paz, generosidad, sencillez y amor escondidos en el Santo Evangelio. El caminito de infancia espiritual es el secreto de una santidad cada vez más perfecta y maravillosamente adaptada a la vocación y a las necesidades espirituales de todas las almas. Caminito de infancia, de pobreza espiritual, de confianza sin límites y de entrega al amor misericordioso. Escribió: “Quisiera tener un ascensor para subir hasta Jesús, porque soy muy pequeña para subir sola. El ascensor que ha de elevarme hasta el cielo son tus brazos, Jesús mío”.
         *El santo abandono: es el fruto de la infancia espiritual. Junto con el amor, la esperanza y la humildad el alma se entrega a Dios sin reserva y para siempre, porque tiene fe en su omnipotencia, en su sabiduría y en su bondad. Es un acto de confianza en Dios, es sobre todo el término y la consecuencia del amor. Escribió la santa: “Desde hace tiempo no me pertenezco, me entregué del todo a Jesús. Es muy libre de hacer de mí lo que le plazca”.
         *Misionera de retaguardia: la dimensión apostólica de Santa Teresa va compendiada en estas frases suyas: “Quisiera, oh amado, bien mío, recorrer la tierra, predicar vuestro nombre y clavar en tierras infieles vuestra cruz gloriosa. Quisiera anunciar el evangelio a un tiempo en todas las regiones del mundo y hasta en las islas más lejanas. Yo quisiera ser misionera, no solo durante algunos años, sino haberlo sido desde la creación del mundo y continuar siéndolo hasta la consumación de los siglos. Nuestra vocación es formar obreros evangélicos, de quienes seremos madres”. De hecho la vemos a ella sacrificándose por los misioneros incluso durante su última enfermedad.

Su estela
         El 9 de junio de 1897 había prometido hacer “caer una lluvia de rosas”; el 17 de julio había precisado: “si mis deseos son escuchados, mi cielo lo pasaré sobre la tierra hasta el fin del mundo. Sí, quiero pasar mi cielo haciendo bien en la tierra”.
         El primero de agosto había declarado con tono inspirado: “Ah,  lo sé, todo el mundo me amará”. No se equivocó. En veinticinco años se contaron más de cuatro mil prodigios atribuidos a su intercesión. San Pío X, antes de incoar el proceso de su beatificación, ya había dicho: “Es la santa más grande de los tiempos modernos”.
         Han sido innumerables las conversiones que se han hecho por su medio, especialmente por la lectura de Historia de un alma. Su estela y su recuerdo llenan aún hoy las iglesias, las familias cristianas e innumerables almas que la invocan con fraternal devoción.

Su mensaje
         *Que procuremos ir por el caminito de la sencillez.
         *Que nos enamoremos del Amor con todas nuestras fuerzas.
         *Que siempre y en todo procuremos cumplir la voluntad de Dios.
         *Que el celo por las almas devore nuestro corazón.

Su oración
         Oh Dios, que has preparado tu Reino para los humildes y sencillos, concédenos la gracia de seguir confiadamente el camino de Santa Teresa del Niño Jesús para que nos sea revelada pro su intercesión tu gloria eterna. Amén.